abril 14, 2009

No labios

A Lola Dueñas no le van a dar ningún Goya ni nada parecido por su interpretación en Los abrazos rotos porque este año le toca ganar a los detractores de Almodóvar, que son muchos y muy cutres, y porque tendrán preparado para el triunfo algún melodrama de la guerra civil en el que los franquistas aparenten ser seres humanos. Y todo eso.
Para quienes obvien estas tonterías, serán inolvidables los momentos en que Lola Dueñas aparece en la última película de Almodóvar. Delatando la incomunicación, el aislamiento dramático y la soledad. Escondiendo la verdadera razón que una mujer puede tener para declarar no saber nada sobre la tragedia que tiene ante sus ojos.